Érase
una vez una clase en la cual, de repente una mañana, cuando los niños
entraron se encontraron unos zapatos rojos. No sabían de quien eran
así que, como les gustaba investigar, se pusieron manos a la obra y
descubrieron que esos zapatos eran de una niña que salía en un
cuento muy divertido: El Mago de Oz.
Los
niños comenzaron a conocer los distintos personajes del cuento:
Dorothy, Espantapájaros, León, Hombre Hojalata, Totó…
Después
de haber viajado a un mundo mágico, haber encontrado extraordinarios
nuevos amigos, haber vencido a una bruja malvada y sobretodo haber
ayudado a Dorita a volver a casa decidieron compartir el cuento con
el resto de niños de su colegio y con sus familias. Así que se
convirtieron en grandes actores y realizaron una gran obra de teatro
en la cual se lo pasaron genial tanto mayores como pequeños.
Y
como todos los cuentos... llega el final así que ...”Colorín
colorado este cuento se ha acabado y esperamos que les haya gustado”
.
Pero
recordad...nunca dejéis de imaginar cosas y creer en las hadas,
nunca dejes de buscar un lugar detrás de la luna, más allá de la
lluvia, “un
lugar más allá del arcoiris”...
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